petronio63

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Location: Santa Rosa, La Pampa, Argentina

Sunday, January 13, 2008

Los libros del viceintendente

Hasta hace pocos meses, no tenía idea de quién era Luis Martinez, por ende, mal puedo tener preconceptos a su respecto. No deja de ser curioso que lo mismo me ocurra con prácticamente todos los funcionarios de la administración municipal, algunos de los cuales ni siquiera pueden ser calificados como "adultos" según los parámetros de UNICEF. Hay algo extraño, inquietante, acerca de un líder político de alto perfil y cultor del principio de la autoritad, que se rodea de personas sin antecedentes ni personalidad reconocibles.
Pero vuelvo a Martinez, porque a diferencia del resto de los funcionarios municipales, que han mantenido un estricto y disciplinado silencio desde que asumieran, el viceintendente no sólo ha hablado con la prensa, sino que también ha intentado justificar sus dichos con fuentes escritas, literarias y de las otras.
La primera ocasión en que lo hiciera, se refirió al nuevo intendente santorroseño como "nuestro Martin Luther King". Todavía se aguarda que revele en qué parte de los escritos del venerado líder de los negros estadounidenses se encuentra el justificativo de semejante comparación. Cualquier indagación superficial sobre la biografía de King que se haga (http://es.wikipedia.org/wiki/Martin_Luther_King_Jr), lo revelará como un líder progresista, que luchó contra la discriminación racial y la inequidad, poniendo en práctica el método no violento de la desobediencia civil, formulado por Henry David Thoreau y aplicado en la India por Mahatma Ghandi. Del intendente santarroseño no se conocen antecedentes por el estilo, ya que su vida pública ha estado signada por su profesión de abogado, sus negocios, sus múltiples cargos públicos, y su promoción de los valores conservadores de la seguridad y el orden.
Martinez volvió a las letras para desfogar su malestar, cuando la semana pasada la oposición en el Concejo Deliberante frustró el tratamiento de un par de iniciativas del Ejecutivo, en medio de una ruidosa y efectiva manifestación de vecinos. El hecho de que éstos estuvieran practicando la desobediencia civil, a la manera de Martin Luther King, no pareció merecerle reflexión alguna. Por el contrario, los trató de "crápulas", y confesó que la noche anterior se había pasado dos horas leyendo la biblia para tratar de perdonarlos.
Una vez más, no indicó la fuente exacta. La biblia es larga, está compuesta de varios libros, y por cierto que no en todos ellos se exalta el perdón como una virtud. Y no hablo sólo del Antiguo Testamento (plagado de venganzas y masacres), sino también de los propios evangelios, donde la expulsión a garrotes de los mercaderes del templo, la maldición de la higuera, y el slogan fundamentalista "el que no está conmigo está contra mí" no hablan precisamente de un espítitu tolerante.
Haciendo un esfuerzo de interpretación, he recordado algunos párrafos de la biblia que podrían estar entre las lecturas del viceintendente y sus compañeros de gestión, en estas épocas en que la movilización popular les hace temblar los escritorios. Están el Salmo III, que compusiera el Rey David cuando, "temeroso", huía de las huestes de su hijo Absalom (bonita familia, por cierto):
¡Ah Señor! ¿Cómo es que se han aumentado tanto mis perseguidores? Son muchísimos los que se han rebelado contra mí. Muchos dicen de mí: Ya no tiene que esperar de su Dios salvación o amparo. Pero tú, oh Señor, tú eres mi protector, mi gloria, y el que me haces levantar la cabeza. (...) No temeré pues a ese innumerable gentío que me tiene cercado: levántate, oh Señor, sálvame tú, Dios mío: Pues tú has castigado a todos los que sin razón me hacen la guerra: les has quebrantado a los pecadores los dientes".
No hace falta ser Freud para diagnosticar lo que se esconde detrás de expresiones como éstas: paranoia pura.

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Monday, January 07, 2008

Sobre las palmeras del bar Angeles...

...y el eterno resplandor de una mente intoxicada.


Estas palmeras flacas
En Avellaneda y Alvear
Me recuerdan aquel deli
en el Sunset Boulevard
Donde servían embutidos
En tripas de Sharon Tate
Y Charles Manson vigilaba
Desde un cuadro en la pared
Hollywood nos sonreía
Con aparente bondad
Nuestros guiones e historias
Reclamaban la eternidad
¡Cuántas aspiraciones!
¡Cuántas líneas delgadas
Desafiaban el horizonte
En blanca continuidad!
Aquella ruta de Kerouac
Debía tener un final
Y alcanzamos apenas el último
Tren de vuelta hacia acá.
Ya Santa Rosa no sueña
Su destino californiano
Pero, habiendo sobrevivido,
¿Quién nos quita lo bailado?

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On Marriage

Este texto está en inglés, no porque me avergüence, sino porque me salió así merito. Además, no encuentro una traducción buena para "I stick to it".

You know I've never been
Much of a believer.
I can still cleary picture myself
As a white-shirted-scared-to-shit-faced-10-year-old-boy
Entering church for my first comunion
Already feeling a fake
For not feeling anything
When I swallowed the damn thing
And for knowing full well
That no way that ugly piece of biscuit
Was going to erase
The massive amounts of guilt
I had already been transfused to.
And later on, I remember
Puting my faith in love
Only to have my heart broken
A thousand times
And not being able to enjoy
The comfort of the victim
Since I did my fair share of heart-breaking too
And even enjoyed it sometimes.
Since heart-breaking seems to be
Of the essence of love.
So you will understand
That when I see
Church and love together
All I can think of
Is a storm gathering its thunderbolts and lightning.
But anyway I enter this church with you
For no other reason
Than yourself.
For I was lost most of the time
And you were there in the wilderness with me.
And you followed me
Though it was clear I had nowhere to go
And no idea of how to get there.
Surely you must be out of your mind
But I have to give you credit for that.
So baby
Let's be brave
Let's be bold
Cause I heard it's not the faith that will save you
But what you do about it.
And I stick to it.

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